Un candidato presidencial puede ser de otro partido o pensamiento ideológico, pero nunca esto puede significar perder los propios valores o esterilizar la necesaria identidad.Un buen líder no se levanta sacrificando este fundamento. Un agnóstico o relativista intolerante esto no lo sabe asumir o pide sacrificar la diversidad por la unidad.¿cómo pueden hablar de democracia malditos pragmáticos, que terminaron matando valores que no pudo exterminar la dictadura?