¿Qué es la Patria? O ¿Quién es la patria? y ¿la Matria?

Decir que nadie es la Patria porque todos son la Patria, es jugar con palabras o con la retórica y tal vez, hacer descender de un mundo etéreo una idea de Patria, como si no pudiéramos construirla desde lo tangible o desde lo que está situado. Podemos dejar que la poesía juegue con las figuras y estimule las emociones y comprobar que nosotros somos la Patria y la Matria. ¿Por qué solo se habla de Padres de la Patria? ¿y las Madres de la Patria? 1.- Empecemos a pensar y contemplar la Patria y Matria, con una Oda escrita por Jorge Luis Borges, (famoso escritor argentino) escrita en 1966. “Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete que, alto en el alba de una plaza desierta, rige un corcel de bronce por el tiempo, ni los otros que miran desde el mármol, ni los que prodigaron su bélica ceniza por los campos de América o dejaron un verso o una hazaña o la memoria de una vida cabal en el justo ejercicio de los días. Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos. Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo cargado de batallas, de espadas y de éxodos y de la lenta población de regiones que lindan con la aurora y el ocaso, y de rostros que van envejeciendo en los espejos que se empañan y de sufridas agonías anónimas que duran hasta el alba y de la telaraña de la lluvia sobre negros jardines. La patria, amigos, es un acto perpetuo como el perpetuo mundo. (Si el Eterno Espectador dejara de soñarnos un solo instante, nos fulminaría, blanco y brusco relámpago, Su olvido.) Nadie es la patria, pero todos debemos ser dignos del antiguo juramento que prestaron aquellos caballeros de ser lo que ignoraban, argentinos, de ser lo que serían por el hecho de haber jurado en esa vieja casa. Somos el porvenir de esos varones, la justificación de aquellos muertos; nuestro deber es la gloriosa carga que a nuestra sombra legan esas sombras que debemos salvar. Nadie es la patria, pero todos lo somos. Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante, ese límpido fuego misterioso”. Todos somos la Patria termina diciendo este hombre de letras. Y nosotros somos seres concretos, de carne, sangre y huesos. Con problemas, necesidades y anhelos y ocultos deseos, a veces poco honestos. Pero, incluso así, somos la Patria y Matria. 2.- No podemos volver a inventar la pólvora. Hay cosas que ya fueron hechas o dichas y si han sido olvidadas, y son valiosas o necesarias en algún sentido, deben ser rescatadas del olvido y validadas en un nuevo momento histórico. Citamos un documento, elaborado por un partido político chileno, que como otros partidos e instituciones, sufre la pérdida de confianza y apoyo de parte de no pocos ciudadanos, enviado a todos los chilenos y chilenas, en el año 1977, decía en el inicio de su texto: “El Partido Demócrata Cristiano, de Chile profesa el humanismo como base de su acción. Cuando actúa o cuando expresa sus opiniones se atiene a la noción universal de los derechos humanos. Así como respeta a los demás, exige también que se respeten sus propios derechos. Estos consisten en la libertad de conciencia, de expresión, de asociación, de participación en la marcha del país. Nos interesa nuestra patria. No podemos renunciar a esa vocación y jamás lo haremos. La Constitución de la República y los compromisos de Chile ante las naciones del mundo garantizan esos mismos derechos. Toda imposición en contrario infringe valores inherentes a la persona humana. Cuando enviamos a nuestros compatriotas este mensaje, nos apoyamos en tales profundas e inalienables convicciones”. Una Patria para Todos. 06 de octubre de 1977. Se lee claramente: “Así como respeta a los demás, (PDC) exige también que se respeten sus propios derechos”. Esta afirmación no se queda sin ser fundamentada y es uno de los núcleos de este manifiesto político. Vivíamos otros tiempos. Pero, el pasado nunca será lo mismo que la nada y nos sigue tocando en el presente. Hoy, nuestra patria, que somos nosotros mismos y nuestra circunstancia histórica, nuestro paisaje nacional, nuestro drama existencial cotidiano, necesita respuestas bien intencionadas y concretas a problemas que son o se hacen palpables y que necesitan soluciones, en algunos casos muy urgentes y sin dar demasiadas razones, podemos decir que si protestamos, o desconfiamos o criticamos o cuestionamos o discrepamos o concordamos, por último, con los que tienen poder para encauzar estas soluciones es porque: “Nos interesa nuestra patria”. No necesitamos ser tecnócratas o diputados o ministros, etc. para tener derecho a opinar sobre los problemas que hoy aquejan a Chile. Porque, los conocemos en “carne propia”, los sufrimos todos los días, les conocemos el olor y el sabor amargo. Somos la Patria y Matria, somos el pueblo de Chile. 3.- La unidad de todos los chilenos y chilenas, será siempre necesaria para hacer posible la realización de un proyecto nacional. Pero, esto requiere que todos los sectores tengan asegurado el derecho a sus identidades, valores y creencias y sean representados por líderes que sean auténticos y que no tengan intereses por sobre la gente que los eligió, atropellando valores, creencias y tradiciones voluntariamente conservadas en medio de la diversidad. Una persona que rechaza el aborto tiene derecho a tener líderes pro-vida, por dar un ejemplo, muy actual. Esto parecía muy claro en el pasado. Citamos nuevamente este documento: “Pensamos que un modelo constitucional, fundado en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, proporciona la base ideológica indispensable. Allí están desarrollados los derechos fundamentales y, al mismo tiempo, los casos en que ellos pueden ser lícitamente restringidos o suspendidos. Por tratarse de una estructura jurídico-política con un valor teórico y práctico, el régimen chileno quedará fuera de sospecha. No será posible decir que permite la infiltración de ideologías anti democráticas, ni autorizara a usar, contra los disidentes, métodos inhumanos, bajo pretexto de seguridad nacional o cualquier otro. Asimismo, quedará expedito el campo para el desarrollo de los derechos sociales y económicos, cuya presencia de los derechos sociales y económicos, cuya presencia es indispensable para dar a la democracia un sentido integral. Las diversas escuelas de pensamiento social tendrán la oportunidad de concurrir a precisar las soluciones concretas que el país necesite sobre la misma base de la realidad anterior y de la necesidad angustiosa de una leal convivencia. El respeto a los derechos de la persona, en su significación universal, habrá de ser la norma básica de la vida chilena en el futuro”. Una Patria para Todos. 06 de octubre de 1977. Conclusión: La Patria no es un pretexto para embriagarse, o para justificar sacrificios económicos del pueblo y pagar con el dinero de todos, la deuda de grupos económicos quebrados, o enviar a las nuevas generaciones a una guerra que en realidad sólo beneficia a los más ricos y poderosos, que ocultan sus intereses detrás del amor a la Patria. Ese patrioterismo alienante, no es un “amor a la Patria”. El patriotismo que emerge del pueblo es un amor a la justicia, a la libertad, a la solidaridad, etc. que se refleja en la lucha de liberación que busca la superación de toda opresión y discriminación que sufre el pueblo en su totalidad. La Patria somos todos. Mario Andrés Díaz Molina: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule

    Presentación

    En nuestro país, el grupo Edwards y COPESA son los conglomerados con mayor cantidad de medios de comunicación. La información que recibimos día a día a través de la televisión, los periódicos y las principales revistas forman nuestra manera de ver e interpretar el mundo que nos rodea desde con marcados elementos ideológicos, de los cuales ni siquiera nos damos cuenta.

    Desde esta perspectiva, generar espacios para compartir aquello que nos des-alinea y nos des-aliena de la cultura y la ideología oficial, constituye una necesidad para aquellos que aspiramos a construir una "realidad" diferente, basada en valores humanistas, centrados en la solidaridad y que acogen la potencialidad creativa que existe en cada uno de nosotros.

    El objetivo de esta página web es, precisamente, constituirse como un medio de comunicación y de expresión generado por personas comunes y corrientes, pero que buscan conectarse con lo grande que hay dentro de ellas mismas y entregarlo a los demás a través de la palabra escrita.