Buscando una alternativa comunitaria al neo liberalismo
Soy Mario Andrés Díaz Molina. Actualmente estudio Pedagogía en Religión y Filosofía en la Universidad Católica del Maule, VII Región del Maule, Chile. Cultivo la poesía y la narrativa, obteniendo algunos premios a nivel regional y nacional. Pinto al óleo, acuarela y acrílico. Estoy aprendiendo técnicas de escultura en madera. Espero aprender a esculpir con otros materiales incluyendo entre estas expresiones artísticas la cerámica, la fotografía y otras formas de arte. Me identifico con el Humanismo Cristiano, porque nunca he perdido la esperanza de aportar junto a miles de chilenos y chilenas que siguen buscando una forma histórica de construir una nueva sociedad que sea diferente al sistema capitalista, a los modelos fascistas y autoritarios y muy diferente a los sistemas totalitarios inspirados en un marxismo ateo y materialista aplicado por poderes intolerantes, antidemocráticos que, de diversas maneras, destruyen los valores del cristianismo y de un auténtico humanismo centrado en la persona humana. Estimo mucho la herencia política y valórica del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien, si bien fue un gobernante moderado, su realismo histórico es admirable porque no prometió lo que estaba fuera de las posibilidades históricas de la idiosincracia chilena. Su gobierno no fue un gobierno más, era un espacio posible donde se podía evaluar el proceso de cambios y la resistencia a los mismos, de la burguesía chilena. Con esto quiero decir que quienes lo califican de conservador y pretenden justificar la violencia generalizada que provocaron los que decían superarlo o se creían revolucionarios, son históricamente responsables de haber llevado al país a una alucinación que al final se pagó con sangre, represión y muerte. Por lo mismo, es que busco fomentar la formación de entidades culturales sociales y políticas de inspiración humanista-cristiana teniendo una concepción lúcida del conflicto social y de los métodos de liberación popular. Estoy convencido que es necesario elaborar una nueva forma de hacer una teología de la liberación, asumiendo los aportes de las ciencias sociales y manteniendo el núcleo esencial de la antropología cristiana que es muy diferente a la teoría marxista y al neo-liberalismo pasado y actual. Profeso el comunitarismo como diferente al inividualismo y al colectivismo. Espero profundizar en mis reflexiones filosóficas sobre el personalismo y la construcción de una nueva cristiandad abierta y tolerante frente a los otros credos y culturas, pero nunca relativista sino, al contrario, potenciada en el valor de la tolerancia que es esencialmente evangélico y que es muy diferente al sincretismo, al 'pensamiento débil de la post-modernidad', porque la tolerancia cristiana no se basa en la autodemolición de la fe-vida, sino, en el respeto al derecho que tiene cada persona de creer o no creer, de aceptar o no aceptar lo que se les propone (ejemplo, la evangelización) y no ser obligados por un poder totalitario, como ocurre actualmente en algunos regímenes marxistas que aún sobreviven en base a la fuerza, la intolerancia y a sus típicas prácticas totalitarias. En armonía con el grueso de mi pensamiento, considero que el sistema norteamericano y europeo no son modelos a imitar. El imperialismo norteamericano es abominable, y el permisivismo europeo está marcado por la deshumanización y el consumismo que denigra la trascendencia humana y divina que constituyen el sentido permanente y final de la historia.
A todos mis camaradas, amigos y hermanos que coinciden conmigo en estos ideales, les doy la bienvenida y los invito a unir fuerzas para fortalecer y dinamizar el espacio histórico que nos corresponde, para hacer nuestro aporte a la construcción de un nuevo Chile, de una nueva Hispano-américa y de una nueva tierra comunitaria libre de la depredación del frío mercado neo-liberal y de las falsas soluciones de la intolerancia y el totalitarismo.
De la misma manera respeto las opiniones diferentes a las mías. Creo que con todos los aportes de las diversas visiones se debe intentar un cambio integral…en definitiva, se debe hacer posible otra situación colectiva que sea mejor para todos.
Soy Mario Andrés Díaz Molina. Actualmente estudio Pedagogía en Religión y Filosofía en la Universidad Católica del Maule, VII Región del Maule, Chile. Cultivo la poesía y la narrativa, obteniendo algunos premios a nivel regional y nacional. Pinto al óleo, acuarela y acrílico. Estoy aprendiendo técnicas de escultura en madera. Espero aprender a esculpir con otros materiales incluyendo entre estas expresiones artísticas la cerámica, la fotografía y otras formas de arte. Me identifico con el Humanismo Cristiano, porque nunca he perdido la esperanza de aportar junto a miles de chilenos y chilenas que siguen buscando una forma histórica de construir una nueva sociedad que sea diferente al sistema capitalista, a los modelos fascistas y autoritarios y muy diferente a los sistemas totalitarios inspirados en un marxismo ateo y materialista aplicado por poderes intolerantes, antidemocráticos que, de diversas maneras, destruyen los valores del cristianismo y de un auténtico humanismo centrado en la persona humana. Estimo mucho la herencia política y valórica del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien, si bien fue un gobernante moderado, su realismo histórico es admirable porque no prometió lo que estaba fuera de las posibilidades históricas de la idiosincracia chilena. Su gobierno no fue un gobierno más, era un espacio posible donde se podía evaluar el proceso de cambios y la resistencia a los mismos, de la burguesía chilena. Con esto quiero decir que quienes lo califican de conservador y pretenden justificar la violencia generalizada que provocaron los que decían superarlo o se creían revolucionarios, son históricamente responsables de haber llevado al país a una alucinación que al final se pagó con sangre, represión y muerte. Por lo mismo, es que busco fomentar la formación de entidades culturales sociales y políticas de inspiración humanista-cristiana teniendo una concepción lúcida del conflicto social y de los métodos de liberación popular. Estoy convencido que es necesario elaborar una nueva forma de hacer una teología de la liberación, asumiendo los aportes de las ciencias sociales y manteniendo el núcleo esencial de la antropología cristiana que es muy diferente a la teoría marxista y al neo-liberalismo pasado y actual. Profeso el comunitarismo como diferente al inividualismo y al colectivismo. Espero profundizar en mis reflexiones filosóficas sobre el personalismo y la construcción de una nueva cristiandad abierta y tolerante frente a los otros credos y culturas, pero nunca relativista sino, al contrario, potenciada en el valor de la tolerancia que es esencialmente evangélico y que es muy diferente al sincretismo, al 'pensamiento débil de la post-modernidad', porque la tolerancia cristiana no se basa en la autodemolición de la fe-vida, sino, en el respeto al derecho que tiene cada persona de creer o no creer, de aceptar o no aceptar lo que se les propone (ejemplo, la evangelización) y no ser obligados por un poder totalitario, como ocurre actualmente en algunos regímenes marxistas que aún sobreviven en base a la fuerza, la intolerancia y a sus típicas prácticas totalitarias. En armonía con el grueso de mi pensamiento, considero que el sistema norteamericano y europeo no son modelos a imitar. El imperialismo norteamericano es abominable, y el permisivismo europeo está marcado por la deshumanización y el consumismo que denigra la trascendencia humana y divina que constituyen el sentido permanente y final de la historia.
A todos mis camaradas, amigos y hermanos que coinciden conmigo en estos ideales, les doy la bienvenida y los invito a unir fuerzas para fortalecer y dinamizar el espacio histórico que nos corresponde, para hacer nuestro aporte a la construcción de un nuevo Chile, de una nueva Hispano-américa y de una nueva tierra comunitaria libre de la depredación del frío mercado neo-liberal y de las falsas soluciones de la intolerancia y el totalitarismo.
De la misma manera respeto las opiniones diferentes a las mías. Creo que con todos los aportes de las diversas visiones se debe intentar un cambio integral…en definitiva, se debe hacer posible otra situación colectiva que sea mejor para todos.