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MI POSICIÓN FRENTE A LA DEMOCRACIA CRISTIANA CHILENA.
Me preguntaron cuál era mi posición frente al PDC chileno. Esta es mi respuesta:
Hace mucho tiempo que estoy informado que, si bien, en el PDC chileno hay diversos grupos internos, la división principal es entre DC neo-liberales y grupos que siguen intentando pensar como comunitaristas y personalistas. Hay militantes y simpatizantes que hace tiempo dejaron de recibir una formación o información inspirada en el ideal de una sociedad comunitaria. En definitiva, existimos pequeños grupos que tenemos al “comunitarismo social cristiano” como un referente filosófico-ideológico y no nos identificamos con ninguna forma de neo-liberalismo ni aceptamos una cercanía excesiva con la izquierda. Personalmente creo que hay que mantener “espacios vitales de expresión de las identidades”, lo suficientemente claros para que las bases sientan que se les respetan sus ideales y no son sacrificados por “apetitos de poder” o por negociaciones que hacen del pragmatismo un criterio supremo que desprecia estos valores existenciales de la política.
La izquierda está presente en la sociedad chilena y es imposible ignorarla, pero la “unidad” construida por la Concertación fue demasiadas veces sentida como una “anulación de ideales” por muchos DC de base. Esto no fue atendido por el partido, incluso hasta el día de hoy, los “pragmáticos” que predominan en la DC, no tienen una lectura desde el pueblo DC, se quedan con sus análisis “cientistas”. Es cierto que vivimos en un medio socio-cultural muy poco “metafísico” o “filosófico”, pero “lo humano” tiende siempre a un sentido existencial que asume la profundidad valórica que direcciona la política y la vida social en su integridad. Ser práctico no debe llevar a perder “el sentido de totalidad” de un proyecto de sociedad. El tema educacional, económico, social, cultural, laboral, etc. debe ser pensado desde esta significación de totalidad.
Lo que sucede frente a la izquierda que está presente en el mundo popular, sucede con la “derecha social” que está presente en los barrios populares y en la clase media. Sabemos que la Derecha no está constituida exclusivamente por algunos pequeños “círculos económicos”. Es decir, este tema no se puede seguir leyendo desde una lectura clasista marxista clásica, porque es una falsificación ideológica que no ayuda al análisis socio-político. Muchos DC de base tenemos la experiencia con personas de esta “derecha de las poblaciones populares” que son más leales o más comprometidas para realizar trabajos comunitarios, que ciertos activistas de izquierda que están muy marcados por un lenguaje violento y descalificador. Un líder DC poblacional respetuoso y tolerante, es muy respetado por esta gente popular y, es siempre atacado o descalificado, por cualquier razón, por individuos que nunca han superado su resentimiento anti-DC. Entre estos resentidos predominan personas de izquierda. Es un odio muy fuerte que es sembrado en la juventud por los más viejos. Hay un desprecio por la democracia como método de convivencia pacífica. Esto se vive en poblaciones populares, seguramente faltan estudios sociológicos, pero hay experiencias muy concretas.
Hay DC de base que entendemos que los acuerdos tienen que darse con toda la sociedad chilena. No tan sólo con la izquierda, también con la derecha. Esto se intenta negar y ocultar con “cortinas de humo” que levantan algunos DC que viven atrapados por el “qué dirán” de la izquierda más sectaria. Pero, el realismo dice que se necesita un gran partido que tenga un liderazgo frente a los extremos, en especial frente a los más violentos e intolerantes.
El problema de los DC COMUNITARISTAS es que no tenemos una expresión potente al interior del PDC chileno. Estamos acorralados entre una directiva verticalista y una masa DC desmotivada y sin una identidad concreta frente a la “sociedad de mercado” que ha invadido la vida pública y privada del país. Algo parecido sucede frente a la Iglesia Católica Chilena y Universal. Muchos laicos no encuentran en las parroquias un lugar de “libertad espiritual” donde se pueda vivir la realidad humana de hoy que es muy diferente a décadas atrás…hay un cierto “estancamiento en la renovación teológica.” Y no se trata de un liberalismo seudo-católico. Lo fraternal de la Iglesia es aplastado demasiadas veces por un “modelo autoritario de Iglesia” que impide vivir una espiritualidad de comunión según el Vaticano ll, esto no es fácilmente reconocido por un cierto clero complaciente que se acomoda al poder mediocremente. A pesar de lo anterior, hay testimonios de cambio que dan esperanza. Estas falencias repercuten en la renovación de la ideología social cristiana que necesita asumir los signos de los tiempos. Son muchas las personas que no quieren integrarse en una Iglesia excesivamente verticalista y poco comunitaria. No son necesariamente “católicos secularizados o infiltrados o permisivos”. Esta contaminación existe entre los laicos. Pero, también hay un sector significativo que no choca con la moral sexual de Juan Pablo ll, por ejemplo. Choca más bien, con el excesivo autoritarismo de obispos, curas párrocos y personas que se adueñan de las parroquias (etc) y son sectarios. Estos católicos no-integrados necesitan una organización de base alternativa. A conciencia no se integrarán a las actuales organizaciones eclesiales, no pueden traicionar sus ideales de cambio real en la Iglesia. El conservantismo excesivo está haciendo mucho daño en la Iglesia. Apoyamos al Papa y a los sacerdotes, porque es lo que tenemos, pero se está generando una insatisfacción muy fuerte.
Volviendo a la DC, los comunitaristas que hemos militado o militamos en este partido, estamos muy aislados. Estoy empeñado en fomentar las MESAS JUVENILES COMUNITARIAS MAULINAS que buscan promover el humanismo cristiano para hacer un aporte político, social, cultural, incluso religioso desde esta perspectiva comunitarista. Creo que también es necesario pensar en un MOVIMIENTO CHILENO DE COMUNITARISMO SOCIAL CRISTIANO que permita hacer un aporte más amplio en Chile. Se trata de fomentar un diálogo social con todos los sectores del país. Con todos los que saben dialogar, respetar y tolerar en medio de la diversidad socio-cultural del Chile actual.
Me preguntaron cuál era mi posición frente al PDC chileno. Esta es mi respuesta:
Hace mucho tiempo que estoy informado que, si bien, en el PDC chileno hay diversos grupos internos, la división principal es entre DC neo-liberales y grupos que siguen intentando pensar como comunitaristas y personalistas. Hay militantes y simpatizantes que hace tiempo dejaron de recibir una formación o información inspirada en el ideal de una sociedad comunitaria. En definitiva, existimos pequeños grupos que tenemos al “comunitarismo social cristiano” como un referente filosófico-ideológico y no nos identificamos con ninguna forma de neo-liberalismo ni aceptamos una cercanía excesiva con la izquierda. Personalmente creo que hay que mantener “espacios vitales de expresión de las identidades”, lo suficientemente claros para que las bases sientan que se les respetan sus ideales y no son sacrificados por “apetitos de poder” o por negociaciones que hacen del pragmatismo un criterio supremo que desprecia estos valores existenciales de la política.
La izquierda está presente en la sociedad chilena y es imposible ignorarla, pero la “unidad” construida por la Concertación fue demasiadas veces sentida como una “anulación de ideales” por muchos DC de base. Esto no fue atendido por el partido, incluso hasta el día de hoy, los “pragmáticos” que predominan en la DC, no tienen una lectura desde el pueblo DC, se quedan con sus análisis “cientistas”. Es cierto que vivimos en un medio socio-cultural muy poco “metafísico” o “filosófico”, pero “lo humano” tiende siempre a un sentido existencial que asume la profundidad valórica que direcciona la política y la vida social en su integridad. Ser práctico no debe llevar a perder “el sentido de totalidad” de un proyecto de sociedad. El tema educacional, económico, social, cultural, laboral, etc. debe ser pensado desde esta significación de totalidad.
Lo que sucede frente a la izquierda que está presente en el mundo popular, sucede con la “derecha social” que está presente en los barrios populares y en la clase media. Sabemos que la Derecha no está constituida exclusivamente por algunos pequeños “círculos económicos”. Es decir, este tema no se puede seguir leyendo desde una lectura clasista marxista clásica, porque es una falsificación ideológica que no ayuda al análisis socio-político. Muchos DC de base tenemos la experiencia con personas de esta “derecha de las poblaciones populares” que son más leales o más comprometidas para realizar trabajos comunitarios, que ciertos activistas de izquierda que están muy marcados por un lenguaje violento y descalificador. Un líder DC poblacional respetuoso y tolerante, es muy respetado por esta gente popular y, es siempre atacado o descalificado, por cualquier razón, por individuos que nunca han superado su resentimiento anti-DC. Entre estos resentidos predominan personas de izquierda. Es un odio muy fuerte que es sembrado en la juventud por los más viejos. Hay un desprecio por la democracia como método de convivencia pacífica. Esto se vive en poblaciones populares, seguramente faltan estudios sociológicos, pero hay experiencias muy concretas.
Hay DC de base que entendemos que los acuerdos tienen que darse con toda la sociedad chilena. No tan sólo con la izquierda, también con la derecha. Esto se intenta negar y ocultar con “cortinas de humo” que levantan algunos DC que viven atrapados por el “qué dirán” de la izquierda más sectaria. Pero, el realismo dice que se necesita un gran partido que tenga un liderazgo frente a los extremos, en especial frente a los más violentos e intolerantes.
El problema de los DC COMUNITARISTAS es que no tenemos una expresión potente al interior del PDC chileno. Estamos acorralados entre una directiva verticalista y una masa DC desmotivada y sin una identidad concreta frente a la “sociedad de mercado” que ha invadido la vida pública y privada del país. Algo parecido sucede frente a la Iglesia Católica Chilena y Universal. Muchos laicos no encuentran en las parroquias un lugar de “libertad espiritual” donde se pueda vivir la realidad humana de hoy que es muy diferente a décadas atrás…hay un cierto “estancamiento en la renovación teológica.” Y no se trata de un liberalismo seudo-católico. Lo fraternal de la Iglesia es aplastado demasiadas veces por un “modelo autoritario de Iglesia” que impide vivir una espiritualidad de comunión según el Vaticano ll, esto no es fácilmente reconocido por un cierto clero complaciente que se acomoda al poder mediocremente. A pesar de lo anterior, hay testimonios de cambio que dan esperanza. Estas falencias repercuten en la renovación de la ideología social cristiana que necesita asumir los signos de los tiempos. Son muchas las personas que no quieren integrarse en una Iglesia excesivamente verticalista y poco comunitaria. No son necesariamente “católicos secularizados o infiltrados o permisivos”. Esta contaminación existe entre los laicos. Pero, también hay un sector significativo que no choca con la moral sexual de Juan Pablo ll, por ejemplo. Choca más bien, con el excesivo autoritarismo de obispos, curas párrocos y personas que se adueñan de las parroquias (etc) y son sectarios. Estos católicos no-integrados necesitan una organización de base alternativa. A conciencia no se integrarán a las actuales organizaciones eclesiales, no pueden traicionar sus ideales de cambio real en la Iglesia. El conservantismo excesivo está haciendo mucho daño en la Iglesia. Apoyamos al Papa y a los sacerdotes, porque es lo que tenemos, pero se está generando una insatisfacción muy fuerte.
Volviendo a la DC, los comunitaristas que hemos militado o militamos en este partido, estamos muy aislados. Estoy empeñado en fomentar las MESAS JUVENILES COMUNITARIAS MAULINAS que buscan promover el humanismo cristiano para hacer un aporte político, social, cultural, incluso religioso desde esta perspectiva comunitarista. Creo que también es necesario pensar en un MOVIMIENTO CHILENO DE COMUNITARISMO SOCIAL CRISTIANO que permita hacer un aporte más amplio en Chile. Se trata de fomentar un diálogo social con todos los sectores del país. Con todos los que saben dialogar, respetar y tolerar en medio de la diversidad socio-cultural del Chile actual.
