Autor: Mario Andrés Díaz Molina
Durante el Siglo XX el pensamiento comunitario vuelve a la escena con autores de la talla de Buber, Maritain y Mounier, entre otros. La clave para comprender el pensamiento comunitario en los mediados del Siglo XX, es la necesidad de pensar en paradigmas alternativos a los hegemónicos entonces, tratando de superar, por ejemplo, los totalitarismos de derechas e izquierdas, así como el modelo liberal – capitalista, componentes de lo que Mounier calificaba entonces un verdadero “desorden establecido”. Justamente el fundador de Esprit señalaría que la despersonalización del mundo moderno y la decadencia de la idea comunitaria conducían a una “sociedad sin rostro”, de puras masas, donde el prójimo se aleja y “no quedan más que semejantes que no se miran”1. Maritain, por su lado, buscando la mejor síntesis posible entre la libertad y la justicia social, condenaría tanto las salidas del comunismo totalitario como del individualismo burgués, con sus “crisis de moralidad” así como sus “desastrosos espasmos de la economía liberal y capitalista”. Martin Buber, desde su humanismo hebreo, por su parte, velará no solo por la construcción de una filosofía personalista (relación yo – tú), sino además por su vivencia práctica por medio de los populares kibbutzim de Israel, uno de los casos de economía comunitaria más impresionantes del Siglo XX.
(Fragmento de la conferencia. Para descargar el artículo completo haga clic AQUÍ)
Durante el Siglo XX el pensamiento comunitario vuelve a la escena con autores de la talla de Buber, Maritain y Mounier, entre otros. La clave para comprender el pensamiento comunitario en los mediados del Siglo XX, es la necesidad de pensar en paradigmas alternativos a los hegemónicos entonces, tratando de superar, por ejemplo, los totalitarismos de derechas e izquierdas, así como el modelo liberal – capitalista, componentes de lo que Mounier calificaba entonces un verdadero “desorden establecido”. Justamente el fundador de Esprit señalaría que la despersonalización del mundo moderno y la decadencia de la idea comunitaria conducían a una “sociedad sin rostro”, de puras masas, donde el prójimo se aleja y “no quedan más que semejantes que no se miran”1. Maritain, por su lado, buscando la mejor síntesis posible entre la libertad y la justicia social, condenaría tanto las salidas del comunismo totalitario como del individualismo burgués, con sus “crisis de moralidad” así como sus “desastrosos espasmos de la economía liberal y capitalista”. Martin Buber, desde su humanismo hebreo, por su parte, velará no solo por la construcción de una filosofía personalista (relación yo – tú), sino además por su vivencia práctica por medio de los populares kibbutzim de Israel, uno de los casos de economía comunitaria más impresionantes del Siglo XX.
(Fragmento de la conferencia. Para descargar el artículo completo haga clic AQUÍ)
Me pareció importante compartir esta conferencia de PABLO GUERRA, para iniciar una reflexión distinta sobre la política...MARIO ANDRÉS DÍAZ MOLINA